Máquina para separar un líquido en permeado y retenido mediante elementos filtrantes.
Por medio de la circulación del líquido sobre el filtro a una determinada presión (transmembrana), se obtendrá un determinado flujo de materias más finas al permeado. Los elementos más gruesos del líquido se quedarán en el retenido. El tamaño del poro del filtro determinará que sustancias pasan y cuáles no. Cuanto menor sea el tamaño del poro, mayor tendrá que ser la presión del sistema. Hay distintas clases de filtros: módulos de tubos con juntas espirometálicas, módulos de placas y marcos, y filtros cerámicos. Líquidos filtrados habitualmente son leche, suero, salmuera, etc.
Conversión a más o menos superficie agregando o quitando tubos o placas. Posibilidad de modificar la capacidad y grado de grosor. Conexión directa con la instalación de pasterización. Tecnología para producción de queso de nata, entre otros. Construcción de unidades de filtración completas. Una unidad consta de: Bastidor de acero inoxidable. Suministro y bombas de circulación. Filtro y depósito de compensación. 1, 2, 3 o 4 circuitos de recirculación, incluido: bomba de recirculación, válvulas, indicador de temperatura y transmisor o indicador de presión, como mínimo un indicador de caudal para permeado, el propio módulo de filtración.
Eventualmente: Refrigerador o calentador (intercambiador de tubos). El sistema de retentado de transmisor de flujo y sistema de regulación para regular el flujo de salida. Para CIP, bombas dosificadoras y eventualmente transmisor de flujo para los líquidos de limpieza.
La ventaja de que esté montado en un bastidor es que ya se han hecho las pruebas. Colocación y puesta en marcha sin grandes costes de instalación.
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